La educación es la acción de promover la educación, que incluye todos los procesos, institucionalizados o no, que tienen por objeto transmitir ciertos conocimientos y pautas de comportamiento para garantizar la continuidad de la cultura de una sociedad.
En el sentido más amplio, educar es socializar, transmitir los hábitos que permiten al individuo vivir en sociedad, hábitos que comienzan en la primera infancia, lo que implica el ajuste a ciertos patrones culturales.
Educar es estimular, desarrollar y guiar las aptitudes del individuo, según los ideales de una sociedad determinada. Es perfeccionar y desarrollar las facultades físicas, intelectuales y morales, para preparar al ciudadano para la vida.
Educar es enseñar, es transmitir conocimientos, es instruir. El carácter institucional de la educación se hace evidente cuando se manifiesta en su forma más concreta, que es la escuela, encargada de preparar, de formar al individuo para su futura vida profesional.
En todas las culturas se encuentran mecanismos para la perpetuación de la educación, en forma de normas que determinan algunas relaciones básicas entre padres e hijos, entre jóvenes y viejos, entre profesores y estudiantes, la mera coexistencia de generaciones se encarga de completar la educación.
La educación en la Constitución
La Constitución Federal, en su artículo 205, establece que “La educación, derecho de todos y deber del Estado y de la familia, se promoverá y fomentará con la colaboración de la sociedad, con miras al pleno desarrollo de la persona para el ejercicio de la ciudadanía y su calificación para el trabajo”. Por lo tanto, la educación es un deber de la familia y del Estado y debe ser fomentada por la sociedad.
Véase también: Formas de ejercer la ciudadanía