La palabra aeróbico significa “con oxígeno” o “en presencia de oxígeno” y se refiere a todo lo que necesita oxígeno para sobrevivir.
La respiración aeróbica o la respiración aeróbica requiere el oxígeno que se utiliza como oxidante para convertir las moléculas de carbohidratos, grasas y proteínas en moléculas de ATP y generar energía. En la respiración anaeróbica el oxígeno no se utiliza como oxidante.
Lo mismo ocurre con los microorganismos aeróbicos y anaeróbicos. Las bacterias aeróbicas necesitan oxígeno para respirar y por lo tanto proliferan, mientras que las bacterias anaeróbicas proliferan en ambientes con poco o ningún oxígeno.
Ejercicios aeróbicos y anaeróbicos
Los ejercicios aeróbicos utilizan el oxígeno para quemar grasa y glucosa para producir ATP (trifosfato de adenosina) y generar la energía necesaria para los músculos.
Los ejercicios aeróbicos se caracterizan por tener de baja o intensidad media y larga duración . Normalmente, los grandes grupos musculares se utilizan para este tipo de actividad física. Algunos ejemplos de ejercicios aeróbicos: caminar, nadar, ciclismo, correr, gimnasia.
Los ejercicios anaeróbicos se caracterizan por ser actividades de alta intensidad y corta duración y no dependen del oxígeno para producir energía.
En general, los ejercicios anaeróbicos se dirigen sólo a unos pocos músculos para aumentar la masa y la fuerza muscular, así como para tonificar los músculos.
Ejemplos de ejercicios anaeróbicos: entrenamiento con pesas, carreras cortas (sprints, 100 metros de profundidad), lanzamiento de pesas