La unción es un término originado en el latín “ungere” que significa “engrasar”. La unción es el efecto de engrasar alguna parte del cuerpo con algún producto oleoso. En el sentido religioso, la unción se practica como parte de un ritual con la intención de ejercer una influencia espiritual, a veces con el propósito de bendecir o incluso curar.
Según la creencia religiosa, un ser ungido está bajo la protección divina y la unción puede curar alguna enfermedad física o espiritual.
Pomada es el nombre que se le da al producto (grasa) aplicado a una pomada. Varios pasajes bíblicos mencionan esta práctica:
“Y de esto harás el aceite de la santa unción, el perfume compuesto según la obra del perfumista: este será el aceite de la santa unción”. Éxodo 30:25
“Y el aceite de la unción y el incienso aromático para el santuario, harán todo lo que te he ordenado.” Éxodo 31:11
“Y los ungirás como a su padre, para que me sirvan en el oficio de sacerdote, y su unción será para un sacerdocio perpetuo a través de sus generaciones. Éxodo 40:15
“Entonces María tomó una libélula de ungüento puro, muy costosa, y ungió los pies de Jesús, y le limpió los pies con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del ungüento. Juan 12:3