Un tutor es una persona a la que se le ha encomendado legalmente la tarea de proteger, conservar y defender su persona y sus bienes.
Se entiende por tutor el encargado o la autoridad, por ley o voluntad, de proteger, guiar, responsabilizar y administrar los bienes de un niño o de un menor de dieciocho años que se encuentre fuera del país de poder, es decir, que sus padres hayan muerto o hayan sido privados del poder familiar.
El poder de la familia es el conjunto de derechos y obligaciones que los padres tienen para con sus hijos, desde el celo por su bienestar, la educación, la alimentación, etc. Cuando los padres maltratan, son negligentes y carecen de las condiciones para mantener a sus hijos, pueden perder este poder familiar.
El tutor puede ser los abuelos, hermanos, tíos o cualquier otra persona cercana al niño o adolescente, observando esta orden, teniendo en cuenta la voluntad del niño o adolescente. El tutor debe ser una persona de buena reputación, para asumir todos los derechos legales del tutor.
Curador y tutor
El fideicomisario es una función asignada por un juez a una persona capaz de proteger, cuidar, guiar, responsabilizarse y administrar los bienes de una persona declarada judicialmente incompetente.
La discapacidad puede ser declarada por enfermedades mentales, intelectuales, de dependencia química, neurológicas, entre otras, que hacen que el individuo sea incapaz de responder, manejar, trabajar, administrar bienes, tener una cuenta bancaria, etc.
La cura puede ser temporal o permanente y puede ser requerida por cualquier persona que tenga interés en proteger a la persona con una discapacidad.