El síndrome de Down, también conocido como trisomía 21, es una anomalía cromosómica que se produce debido a un trastorno del cromosoma 21, en el que hay un cromosoma 21 de más, lo que da lugar a un total de 47 cromosomas en lugar de 46.
La enfermedad lleva el nombre de John Langdon Down, un médico británico que describió por primera vez el síndrome en 1866, dando una descripción clínica detallada del síndrome de Down, aunque estableció erróneamente asociaciones entre el síndrome y los individuos de Mongolia.
Además de la deficiencia intelectual y los retrasos en el desarrollo, el Síndrome de Down también puede causar problemas cardíacos, disminución del tono muscular, problemas de audición y visión, trastornos de la columna cervical, trastornos de la tiroides, problemas neurológicos, obesidad y envejecimiento prematuro.
Cuanto más avanzada esté la madre, mayores serán las posibilidades de que un niño nazca con síndrome de Down:
- Hasta 29 años – 1:1500;
- Entre 35 y 40 años – 1:800;
- Más de 40 años – 1:100.
La estimulación temprana del portador del síndrome de Down, mediante técnicas pedagógicas, fisioterapia y logopedia, contribuye de manera significativa a mejorar la calidad de vida del individuo y a facilitar su inclusión social.