Significado de la selección natural

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La selección natural es parte del proceso de evolución de los seres vivos, haciéndolos capaces de adaptarse a los entornos en los que viven. Inicialmente, este mecanismo fue propuesto por el naturalista británico Charles Darwin (1809 – 1882).

La selección natural conforma la Teoría de la Evolución de las Especies, también conocida como Darwinismo o Evolucionismo, junto con los procesos de mutación, migración y deriva genética.

Aprende más sobre el significado del Darwinismo, el Evolucionismo y el Evolucionismo Social.

Para que se produzca el proceso de selección natural en un entorno determinado, son necesarios tres aspectos principales: la variedad de especies, la reproducción diferenciada y la herencia.

El principio de la teoría propuesta por Darwin dice que sólo los factores “positivos” permanecen en la especie, eliminando todas las características innecesarias o que obstaculizan su supervivencia.

Por ejemplo, en un entorno específico, sólo aquellas especies que tengan las condiciones ideales para la supervivencia podrán reproducirse y transmitir a su descendencia las mismas características genéticas y fenotípicas que garantizan la perpetuación de la especie en esa región.

Sin embargo, las especies que no tienen los fenotipos adecuados para sobrevivir en este entorno, no podrán reproducirse y morirán, extinguiéndose lentamente.

El conjunto de aspectos favorables de un organismo, de generación en generación, puede conducir al surgimiento de una nueva especie, que ha evolucionado para ser totalmente apta para el medio ambiente en el que vive.

La selección natural está presente en todas las poblaciones de seres vivos, ya sea en ambientes estables o constantes, actuando como “estabilizador”, eliminando las especies “más débiles” y asegurando la supervivencia de los organismos más fuertes y capaces.

Teorías de Darwin

Según Darwin, la selección natural se forma en base al conjunto de una serie de teorías que ocurren simultáneamente con las otras.

La teoría de la evolución sugiere que todas las especies de seres vivos están sujetas a la evolución, gradualmente y de acuerdo a sus necesidades.

Darwin sigue diciendo que todos los organismos vivos tienen el mismo origen (organismo simple) que, a lo largo del tiempo, cuando experimentan diversas evoluciones, se convierten en seres complejos y se dividen en diferentes especies.

Todo el proceso de evolución de los seres vivos es lento y gradual, es decir, las nuevas especies no aparecen de la noche a la mañana, sino a través de un largo proceso de pequeñas y sutiles transformaciones.

Y, según la teoría de Darwin, si hay un cambio repentino en el entorno de un determinado ser vivo, tiene tres oportunidades: sobrevivir, adaptarse o extinguirse.

Selección natural y artificial

La selección natural, como su nombre lo indica, es un proceso natural, sin ningún tipo de interferencia humana, en el que el medio ambiente es responsable de elegir las especies más capaces de sobrevivir en un determinado hábitat y dejar a sus descendientes.

La selección artificial la realiza el ser humano, cuando cruza características de las especies en el laboratorio según su interés.

Los árboles que producen frutos más grandes y sin semillas o los animales que proporcionan más carne son algunos ejemplos de los cambios que los humanos pueden hacer mezclando genes específicos de varias especies diferentes con la intención de crear un nuevo tipo que satisfaga sus necesidades o deseos.

Debido a que estas nuevas especies son creadas para satisfacer necesidades humanas específicas, generalmente no son capaces de sobrevivir o adaptarse al medio ambiente.