Significado del romanticismo

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El romanticismo fue un movimiento artístico, intelectual y filosófico que surgió en Europa a finales del siglo XVIII y, en la mayoría de los lugares, alcanzó su punto álgido a mediados del siglo XIX.

El romanticismo se caracterizó por el énfasis en las emociones, el individualismo y la exaltación de la naturaleza. Por estas razones, el movimiento se entiende como una reacción al racionalismo y materialismo exacerbado difundido por la Ilustración y la Revolución Industrial.

El período romántico también se caracterizó por el rechazo de los preceptos de orden, armonía y equilibrio, característicos del Clasicismo. Para los románticos, la atención se centraba en la subjetividad de cada individuo, incluyendo lo irracional, lo imaginario, lo espontáneo y lo trascendental.

Aunque el romanticismo se ha manifestado más explícitamente en las artes visuales, la música y la literatura, el movimiento ha tenido un gran impacto en la educación, las ciencias sociales y las ciencias naturales. Específicamente en la política, el romanticismo tuvo un efecto complejo, ya que la apelación a las emociones inspiró muchos discursos políticos utilizados en el conservadurismo, el liberalismo, el nacionalismo, etc.

Características del romanticismo

Teniendo en cuenta que el romanticismo buscaba un alejamiento de los valores de la urbanización, el progreso y la racionalidad, la mayor parte de sus características son oposiciones directas a estos preceptos. Entre las principales características del movimiento están

Individualismo y subjetivismo

Los pensadores y artistas románticos hacían gran hincapié en sus características y experiencias personales, que por lo general se definían por los sentimientos y las emociones. Así, las obras románticas estaban marcadas por un fuerte subjetivismo que retrataba fielmente la visión del mundo de los autores.

Valorar las emociones y los sentidos

El romanticismo luchó contra el pensamiento excesivamente lógico y racional, argumentando que las emociones y los sentidos eran igualmente importantes para formar el razonamiento. La presencia de la emoción y los sentimientos de los autores en las obras es notable en el movimiento.

Exaltación de la naturaleza

Para los románticos, la naturaleza consistía en una fuerza incontrolable y trascendental que, aunque relacionada, era distinta de los elementos físicos como árboles, hojas, etc.

Rebelión e idealismo

El romanticismo rechazó el status quo y vio las reglas del mundo moderno como limitaciones al crecimiento personal, político y artístico. Así pues, los artistas románticos eran idealistas y a menudo se presentaban como héroes rebeldes al margen de la sociedad y veían su trabajo como una forma de promover el cambio. Por esta razón, era común que el arte romántico retratara las injusticias sociales y las opresiones políticas de la época.

Enfoque en la imaginación

Considerando que el romanticismo representaba un escape de los valores de la época, los pensadores y artistas románticos a menudo recurrían a la imaginación en la producción de sus obras. En la literatura, por ejemplo, el objetivo no era describir el mundo como es, sino como podría ser.

El romanticismo en las artes

El arte romántico se basaba esencialmente en el individualismo, la naturaleza y lo imaginario. Estos valores se manifestaron en todas las ramas artísticas de la época e inspiraron pinturas, esculturas, poemas, entre otros.

Debido al énfasis en la imaginación, los artistas dieron mucha importancia a la intuición, el instinto y la emoción, sin que ello implicara un alejamiento total de la razón y la lógica. Debido a que eran muy personales y subjetivos, estos sentimientos reforzaban la noción de individualismo que marcaba el movimiento.

“Debo crear un sistema o ser esclavizado por el de otro hombre.” – William Blake

“Toda buena poesía es un flujo espontáneo de poderosos sentimientos.” – William Wordsworth

Para los románticos, el individualismo se manifestaba más plenamente en contextos de soledad. Por esta razón, el arte romántico tiende a ser fuertemente meditativo. Este enfoque en lo imaginario y el subjetivismo eliminó la noción de que el arte era un espejo del mundo. En el romanticismo, el arte creó un mundo paralelo.

Romantismo - Arte 2 “La Balsa de la Medusa”, de Théodore Gericault, representando el énfasis que el arte romántico dio a lo imaginario.

Hasta el siglo XVIII, la naturaleza era vista exclusivamente como algo disponible para el hombre. Esta actitud se vio reforzada por la Revolución Industrial, que aportó nuevas tecnologías capaces de extraer cada vez más recursos de la naturaleza, sin preocuparse por el futuro del medio ambiente.

El romanticismo trajo un nuevo concepto de la naturaleza que no se limitaba a los bosques, árboles y animales. Para los románticos, la naturaleza era una entidad superior e incomprensible para los hombres. Por esta razón, el tema también fue visto de manera subjetiva y su representación varió de un artista a otro.

Entre las formas más comunes de interpretación de la naturaleza estaba la idea de que era un lugar divino, un refugio del mundo industrializado o incluso un poder de curación. Esta apreciación de la naturaleza hizo que la pintura de paisajes, antes vista como una forma inferior de arte, mejorara mucho a través del romanticismo.

Romantismo - Arte “El árbol solitario” por Caspar David Friedrich. La obra muestra varios rasgos característicos de las obras románticas, como el culto a la naturaleza, la exaltación de la soledad y la huida de la ciudad (escapismo).

Principales nombres y obras del romanticismo

Revise abajo los principales artistas románticos, seguidos de algunas de sus obras:

Literatura

William Blake – Siete Libros Iluminados, La Boda del Cielo y el Infierno, Jerusalén, etc.

Samuel Taylor Coleridge – La balada del viejo marinero, Kubla Khan, Cristabel, etc.

William Wordsworth – Solitario qué nube vagaba, El preludio, Oda al deber, etc.

Pintura

Francisco de Goya – 3 de mayo de 1808 en Madrid (o Los fusilamientos del 3 de mayo), Saturno devorando a un hijo, La maja desnuda, La maja vestida, etc.

William Turner – El barco de esclavos, Lluvia, Vapor y Velocidad, La batalla de Trafalgar, etc.

Caspar David Friedrich – Caminante en el mar de niebla, Monje por el mar, El mar de hielo, etc

Eugène Delacroix – La libertad guiando al pueblo, La masacre de Quíos, La muerte de Sardanapalo, etc.

Escultura

Antoine-Louis Barye – Teseo y el Minotauro, León y serpiente, Águila y serpiente, etc.

Pierre Jean David – Revivir Grecia, La muerte de Aquiles, Luis II, etc.

Contexto histórico

El romanticismo surgió durante el período conocido como la Edad de las Revoluciones (aproximadamente entre 1774 y 1849), en el que se produjeron diversas transformaciones políticas, sociales y económicas en Occidente. Entre los principales movimientos revolucionarios de la época están la Revolución Industrial y la Revolución Francesa.

Impulsados por los mismos ideales de cambio, los artistas románticos comenzaron a cambiar no sólo la teoría y la práctica de sus artes, sino también la forma en que percibían el mundo. Esta transformación fue más allá del campo artístico y tuvo un inmenso impacto en la filosofía y la cultura occidental, que comenzó a aceptar la emoción y los sentidos como una forma válida de experimentar la vida.

La influencia de las revoluciones se percibe en las características de idealismo y rebeldía, que fueron notables en las obras producidas en el período.

Asimismo, el escapismo y el subjetivismo, que valoraban más los sentimientos individuales que los colectivos, como consecuencia de la repugnancia a la situación social, también puede señalarse como una influencia del período histórico en el romanticismo.

El individualismo, que era otro aspecto del romanticismo, era una característica de la burguesía de la época, que se hizo más evidente después de las revoluciones de finales del siglo XVIII.

El romanticismo en el Brasil

El romanticismo en Brasil tiene muchas similitudes con el movimiento romántico europeo, pero al mismo tiempo tiene varias peculiaridades marcadas por el contexto histórico local. Así, además del subjetivismo, el culto a la naturaleza, el escapismo y el sentimentalismo, el romanticismo en el Brasil estaba fuertemente marcado por el nacionalismo, por la exaltación del indio, entre otras características propias.

Aunque involucró varias áreas del arte, el período romántico en Brasil se centró fuertemente en la literatura y la poesía. En este sentido, el romanticismo brasileño pasó por tres períodos:

Primera generación

Motivada por la reciente independencia de Brasil en 1822, la primera generación del romanticismo brasileño se caracterizó por una fuerte necesidad de afirmar la cultura local y romper con la influencia europea. Así pues, las obras transmitían a menudo valores nacionalistas y adoptaban el indianismo, que exaltaba a los indios como héroes representantes de la cultura.

Segunda generación

La segunda generación del romanticismo brasileño surgió a mediados del siglo XIX y fue muy influenciada por las obras del poeta inglés Lord Byron. Las características más llamativas de este período fueron el pesimismo, la desilusión, la exaltación de la muerte, la depresión y la soledad. Por esta razón, el período es también llamado “ultrarromántico” o “el mal del siglo”.

Tercera generación

La tercera generación comenzó alrededor de 1860 y tenía un enfoque altamente político y social, influenciado por las obras de Victor Hugo. Así, los artistas transmitían en sus obras ideales los abolicionistas, la crítica social y la apreciación de la libertad. El período también se denomina “generación del cóndor” en referencia a un cóndor, considerado como un símbolo de libertad.

Vea también algunos rasgos del Romanticismo y lea más sobre la Revolución Industrial y la Ilustración.