La recolección selectiva es la recogida de residuos orgánicos e inorgánicos, secos o húmedos, reciclables y no reciclables que se separan previamente en la fuente generadora, se recogen y se llevan para su reutilización.
La recolección selectiva es una alternativa para minimizar el impacto de la producción masiva de basura que se arroja a la naturaleza, ya que algunos materiales tardan mucho tiempo en degradarse. El papel tarda de tres a seis meses, los filtros de cigarrillos y el chicle tardan cinco años, las latas de acero de cinco a diez años, el nylon más de 30 años, el plástico y el aluminio cientos de años, el vidrio más de mil años y el caucho tarda una cantidad de tiempo indeterminada.
La recolección selectiva obedece a la Resolución CONAMA Nº 275 del 25 de abril de 2001, que establece el código de colores para los diferentes tipos de residuos: azul – papel y cartón, rojo – plástico, verde – vidrio, amarillo – metal, marrón – residuos orgánicos, negro – madera, púrpura – residuos radioactivos, naranja – residuos peligrosos, blanco – residuos ambulatorios y sanitarios, gris – residuos generales no reciclables o mezclados, o residuos contaminados no sujetos a separación.
Después de la recolección, los materiales se almacenan en una planta de clasificación, donde se separan, se prensan y se comercializan a las industrias de reciclaje.
Reciclaje
El reciclaje es la mejor solución para los residuos, reduciendo la sobrecarga de los depósitos. La reutilización de residuos implica el principio de las “3 R”: reducir, reutilizar, reciclar. Reducir la producción de residuos, con la adopción de nuevos hábitos de compra, reutilizar ollas, cajas y otros objetos de uso diario, reciclar la basura desechada después del consumo, convirtiéndola en materia prima industrial para una nueva fabricación.
Los principales productos reciclables son: el vidrio: botellas, frascos de comida, medicinas y botellas de perfume. Este material se utiliza una y otra vez sin perder sus características. Papel: revistas, periódicos, papeles varios, cajas de cartón (de todo tipo). Se convierten en papel para diarios, tarjetas y cajas de cartón. Plásticos: botellas PET, frascos, tapas, envases, bolsas varias. Materia prima de fibras textiles, tubos, artefactos plásticos, cuerdas, cerdas de escoba, alfombras. Metal: latas de acero y aluminio, tapas. Alambres, cables, abrazaderas, clavos, tubos de pasta, aluminio, cobre. El acero se utiliza de nuevo sin límites. El aluminio puede ser reutilizado en latas y piezas de automóviles.
No se pueden reciclar: espejos, vidrio de ventanas y cajas de baño, vidrio de coches, cristales, lámparas, vidrio templado, ampollas de medicinas, papel celofán, pañales desechables, baterías, latas oxidadas, papel higiénico, servilletas sucias, papel laminado y plastificado y papel carbón.
Para poder ser reciclados, los residuos deben ser eliminados de forma selectiva y recogidos por la ciudad o entregados en lugares predefinidos, o donados a entidades que reciben este tipo de material.
Vertedero
El vertedero es una solución ampliamente adoptada para la eliminación de residuos orgánicos. Se trata de zonas en las que los desechos se eliminan de manera planificada, compactados y cubiertos por tierra, en un lugar autorizado e inspeccionado por los organismos ambientales. Se trata de tierras con sistemas de drenaje que captan los líquidos y gases resultantes de la descomposición de los residuos orgánicos, evitando un mayor daño al suelo.