Por “startup” se entiende el acto de iniciar algo, generalmente relacionado con empresas y sociedades que se encuentran en el inicio de sus actividades y que buscan explorar actividades innovadoras en el mercado.
Las empresas de nueva creación son jóvenes y buscan la innovación en cualquier área o rama de actividad, buscando desarrollar un modelo de negocio que sea escalable y repetible.
Un modelo de negocio es la forma en que la empresa genera valor para sus clientes. Un modelo escalable y repetible significa que, con el mismo modelo económico, la empresa llegará a un gran número de clientes y generará beneficios en poco tiempo sin un aumento significativo de los costos.
El término startup, para designar a las empresas de reciente creación y rentables, comenzó a popularizarse en el decenio de 1990, cuando se produjo la primera gran “burbuja de Internet”. Muchos empresarios con ideas innovadoras y prometedoras, principalmente asociadas a la tecnología, encontraron financiación para sus proyectos, que resultaron ser sumamente rentables y sostenibles.
En ese período, gran parte de la explosión de empresas de nueva creación surgió en Silicon Valley, una región de California, EE.UU., de donde salieron empresas como Google, Apple Inc., Facebook, Yahoo!, Microsoft, entre otras.
Todas estas empresas son ejemplos de startups que hoy en día están fuertemente consolidadas y son líderes en sus sectores de mercado.
Sin embargo, los empresarios deben tener presente que la fase inicial de una puesta en marcha siempre está marcada por un escenario de incertidumbre. Algunas ideas aparentemente rentables pueden resultar inaplicables.
Arranque en Brasil
Las primeras empresas que siguieron el modelo de startup empezaron a aparecer en Brasil a principios del siglo XXI, y a partir de 2010 esta rama presentó un crecimiento vertiginoso, según datos de la Asociación Brasileña de Startups – ABStartups.