Significado del poema en línea recta

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El poema en línea recta es una obra de Fernando Pessoa, firmada por su heterónimo Álvaro de Campos , escrita entre 1914 y 1935.

El poema habla irónicamente de la hipocresía de la sociedad , de la gente que esconde sus defectos y debilidades, mostrándose como seres perfectos.

El autor se muestra desanimado y aburrido con la gente y muestra dificultad para relacionarse con sus compañeros, que se mienten a sí mismos y a los demás para ser admirados.

Poema en línea recta – Álvaro de Campos

Nunca supe a quién le dieron una paliza;
Todos mis conocidos han sido campeones en todo.

Y yo, tantas veces barato, tantas veces cerdo, tantas veces vil..;
A menudo soy un parásito irresponsable..;
Indescriptiblemente sucio..;
Yo, que tan a menudo no he tenido la paciencia de bañarme..;
Yo, que he sido tan a menudo ridículo, absurdo..;
Que he rodado públicamente mis pies en las alfombras de la<br
etiquetas,..;
Que he sido grotesco, mezquino, sumiso y arrogante..;
Que he sido barrido y tranquilo, ..;
Que cuando no he estado callada, he sido aún más ridícula..;
Yo, que he sido cómico con las criadas de los hoteles..;
Yo, que he sentido el parpadeo de los cargueros..;
Yo, que he hecho la vergüenza financiera, pedí prestado sin pagar..;
Yo, que cuando llegó el momento del puñetazo, he estado en cuclillas..;
Fuera de la posibilidad del puñetazo..;
Yo, que he sufrido la angustia de pequeñas cosas ridículas..;
Me parece que no tengo rival en todo el mundo.

Todos los que conozco que me hablan..;
Nunca tuvo un acto ridículo, nunca sufrió una descarga..;
Nunca he sido nada más que un príncipe – todos los príncipes – en la vida…

Desearía poder escuchar la voz humana de alguien..;
Confesar no un pecado sino una infamia..;
¡Decir, no una violencia, sino una cobardía!
No, todos son el ideal, si los escucho y me hablan..;
¿Quién hay en este amplio mundo que me confiese que una vez fue vil?
Oh, príncipes, hermanos míos,

¡Arre, estoy harto de los semidioses!
¿Dónde hay gente en el mundo?

¿Así que sólo soy yo el que está vil y equivocado en esta tierra?

Las mujeres pueden no haberlas amado..;
Puede que hayan sido traicionados, pero nunca ridículo..;
Y yo, que he sido ridículo sin ser traicionado..;
¿Cómo puedo hablar con mis superiores sin dudarlo?
Yo, que he sido vil, literalmente vil..;
Vil en el mezquino e infame sentido de la vileza.

Interpretación del poema

Álvaro de Campos comienza el poema diciendo que no conoce a nadie que haya sido vencido y que todos sus conocidos son campeones, lo que retrata la hipocresía de una sociedad que parece ser perfecta.

El autor también revela que no tiene amigos, lo que será comprensible a lo largo del poema, ya que revela su dificultad para relacionarse con la gente, ya que cree que son falsos.

En contraste con lo que dijo de sus conocidos, se retrata a sí mismo como una persona imperfecta y utiliza adjetivos peyorativos para describirse a sí mismo. Asume que es una persona que no se adhiere a las reglas de etiqueta y es maltratada por los demás.

Se considera ridículo y cómico a los ojos de los demás, se asume como parásito, arrogante, mezquino y demuestra cobardía cuando dice que huye de la posibilidad del golpe. Confiesa haber pedido dinero prestado y no haberlo devuelto, así como que está angustiado por cosas triviales.

Observa que no tiene ninguna coincidencia en este mundo . Ahora bien, al revelar que tiene tantos defectos y es tan imperfecto, se diferencia del resto de la sociedad, que sólo cuenta ventajas y presenta sus virtudes.

Se percibe el aislamiento del yo lírico , que se revela como un ser solitario en un mundo en el que predomina la pretensión social, siendo la única persona capaz de reconocer sus propias debilidades e imperfecciones.

Convencido de que la sociedad no dejará de ser hipócrita y que la gente no revelará sus mayores defectos, el autor sugiere al menos que se revelen algunas imperfecciones. Si la violencia y los pecados no pueden ser asumidos, que al menos se revele la cobardía o la infamia.

Pero todos son ideales, todos son príncipes . Todas las personas con las que habla el autor no revelan su humanidad – representada por la imperfección – sino su exactitud, integridad y belleza. Uno se pregunta entonces si se puede asumir un carácter despreciable e insignificante.

En un tono de voz, el yo lírico revela el cansancio hacia esta sociedad de hipocresía y traza un paralelo entre lo divino y lo humano al retratar a las personas como semidioses. Es decir, como divinidades, cuya perfección las distingue de lo que es un ser humano.

Se cuestiona el ser la única persona vil y equivocada en la tierra después de preguntar dónde hay gente en el mundo. Al usar el término “gente” nos referimos al humano, que no es un ser perfecto, siempre honesto, recto y angelical, sino una persona con comportamientos no siempre positivos desde el punto de vista moral.

En el último pasaje, el autor habla de la incapacidad de las personas para asumir su ridiculez y vuelve a asumir su vileza y su mezquindad, como si fuera el único capaz de admitirlas.

Al llamarlo Poema en línea recta, el autor es irónico y crítico con aquellos que siempre viven en “línea recta”, que son comedidos y no evaden las reglas morales. Para Álvaro de Campos, la vida no puede ser representada por una línea recta. La vida es torcida, hecha de altibajos, de errores y golpes, de imperfecciones y contradicciones.

Ver también el significado de la literatura de poesía, cuentos y cuerdas.