La pareidolia es un fenómeno psicológico común en todos los seres humanos, conocido por hacer que las personas reconozcan imágenes de rostros humanos o animales en objetos, sombras, formaciones de luz y cualquier otro estímulo visual aleatorio.
Aunque la paridolia de imágenes es más común, este fenómeno también abarca los sonidos, haciendo que una secuencia de ruidos sea interpretada como palabras o frases con algún significado para el oyente.
Por ejemplo, en las canciones que se reproducen al revés, muchas personas afirman escuchar mensajes que se supone que son considerados mensajes subliminales, cuando en realidad pueden no ser más que una simple paridolia sonora.
Aprende más sobre el significado del mensaje subliminal.
Las personas que afirman ver fantasmas, platillos voladores, monstruos y otros sucesos inexplicables pueden ser “víctimas” de una paridolia. Vale la pena recordar que la paridolia no es una enfermedad.
Según los investigadores y estudiosos de la mente humana, una probable explicación de este fenómeno está relacionada con la evolución de la especie humana.
La necesidad del ser humano de vivir en sociedad para sobrevivir, le hizo desarrollar esta facilidad para identificar los rostros de sus semejantes.
Las personas con altos niveles de sociopatía u otros trastornos mentales que afectan a las capacidades sociales tienen mayor dificultad para identificar las paridolias, es decir, no pueden ver fácilmente las caras o formas humanas en las nubes, manchas y otros objetos.
Un ejemplo de cómo la paridolia está presente en la vida cotidiana de las personas son los emoticonos populares. Los dibujos de los emoticonos son entendidos por el cerebro humano como representaciones de rostros. Estos símbolos, que se utilizan en las comunicaciones a través de mensajes de texto por Internet y teléfonos móviles, son útiles para transmitir sentimientos y emociones.
El fenómeno de la paridolia es personal, es decir, que aunque un individuo vea un rostro humano de cierta forma geométrica, otra persona puede no ver la misma imagen.
El paralelismo refleja las creencias de un individuo, por lo que las personas religiosas afirman ver el rostro de Jesucristo en ciertos lugares, mientras que los ateos no podían identificar fácilmente la misma imagen.
Véase también el significado de la apofenia.