Significado del Neoconstitucionalismo

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El neoconstitucionalismo, también llamado constitucionalismo contemporáneo, es una doctrina del derecho que sitúa la Constitución en el centro del sistema jurídico e interpreta la ley sobre la base de los Derechos Fundamentales.

Esta corriente de pensamiento se opone al constitucionalismo que, basado en una visión positivista, abogaba por una fría interpretación de las normas y daba prioridad a las leyes, dejando a la Constitución únicamente para organizar los poderes del Estado.

Características del Neoconstitucionalismo

Esta doctrina tiene como características principales:

La supremacía del Derecho Constitucional: todo lo prescrito en la Constitución es normativo. Esto significa que, aunque no exista una ley sobre un asunto determinado, lo que se prescribe en la Constitución es válido: la Constitución es una fuente directa de derechos.

Garantía, promoción y preservación de los derechos humanos o fundamentales: la Constitución prevé la garantía de los derechos individuales y políticos, los derechos económicos, sociales y culturales, así como los derechos relativos al desarrollo económico, la paz y la preservación del medio ambiente.

Fuerza normativa de los principios constitucionales: desde el punto de vista neoconstitucionalista, los principios constitucionales se entienden ahora como normas jurídicas.

Constitucionalización del derecho: el neoconstitucionalismo reordena el ordenamiento jurídico colocando la Constitución como elemento central desde el cual se deben interpretar todas las normas infraconstitucionales.

Ampliación de la jurisdicción constitucional: con la ampliación de la jurisdicción constitucional, cualquier decisión judicial puede ser interpretada utilizando la Constitución como base.

Más información sobre la Constitución y el Derecho Constitucional.

Historia del neoconstitucionalismo

Como su nombre lo indica, el neoconstitucionalismo es una nueva interpretación del constitucionalismo. El constitucionalismo surge en el contexto de la Revolución Francesa y la Independencia de América del Norte, con la redacción de la Constitución en ambos países.

En el constitucionalismo, la Constitución tiene menos importancia que las leyes y se otorga gran poder al poder legislativo. El Poder Judicial y el Ejecutivo sólo tenían que aplicar las normas, sin considerar sus efectos.

Basado en una concepción positivista, el constitucionalismo preveía una fría interpretación y aplicación de las leyes y no prestaba atención a los derechos fundamentales o los derechos humanos.

Un ejemplo es el Holocausto en la Alemania nazi, que permitió el exterminio de 6 millones de judíos sin contravenir las normas legales del país.

Saber qué fue el holocausto.

Con el fin de la Segunda Guerra Mundial y el fracaso perceptible del constitucionalismo para permitir la violación de los derechos humanos, surge el neoconstitucionalismo, que busca trascender el positivismo y sugerir una nueva forma de interpretar la Constitución.

Esta nueva interpretación se basa en valores universales, con la protección, garantía y promoción de los derechos fundamentales de las personas. A partir de entonces, las Constituciones traen su carta:

  • La promoción de la dignidad humana.
  • Objetivos de reducción de las desigualdades sociales.
  • Obligaciones del Estado en materia social.

Ver los significados de Derechos Fundamentales, Derechos Humanos y Dignidad de la Persona Humana.

Funcionamiento del neoconstitucionalismo

En el neoconstitucionalismo, la Constitución tiene dos funciones principales: limitar los poderes del Estado y establecer los derechos fundamentales.

Con el cambio del constitucionalismo al neoconstitucionalismo, el poder judicial adquiere un papel activo en las decisiones. Ahora bien, corresponde a los juristas no sólo aplicar fríamente la ley, sino interpretarla a la luz de la Constitución y para responder a las exigencias de una sociedad plural.

En el neoconstitucionalismo, corresponde a los tribunales superiores dar la última palabra sobre la interpretación de la Constitución en casos concretos. En Brasil, esta función se atribuye al Tribunal Supremo Federal (STF).

Este cambio en el sistema jurídico también tiene que ver con la transición del estado de derecho al estado de derecho democrático. Un estado de derecho es aquel que funciona de acuerdo a la ley, sin preocuparse si viola los valores humanos.

En un estado democrático bajo el imperio de la ley, las leyes deben respetar los principios democráticos, que tienen como objetivo principal la construcción de una sociedad libre, justa y solidaria.

Véase también el significado de STF, Estado de Derecho y Estado Democrático de Derecho.