La movilidad urbana es la condición creada para que las personas puedan moverse entre las diferentes áreas de una ciudad. Hoy en día, los coches privados y el transporte público son los medios más utilizados para la movilidad urbana.
Los automóviles, sin embargo, representan un gran problema para la calidad de la movilidad urbana, especialmente en los grandes centros urbanos y las metrópolis.
Cuando no existe una planificación urbana correcta y se invierte en alternativas al uso de las carreteras como medio de locomoción, las ciudades sufren una superpoblación de automóviles, que a su vez son responsables del “hinchamiento de las carreteras”, causando atascos y perjudicando la calidad de vida de la sociedad.
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Movilidad urbana en Brasil
Brasil es uno de los países que más sufre los problemas de movilidad urbana, precisamente porque tiene una historia de planificación urbana basada en el modelo vial, es decir, una gran inversión en la expansión y mejora de las carreteras.
Por otra parte, el transporte público en la mayoría de las ciudades brasileñas es de mala calidad, lo que hace que los ciudadanos traten de adquirir un automóvil privado, ya que en los últimos años existen varias facilidades para la compra de automóviles en el país, principalmente gracias al fenómeno de la movilidad social.
Las grandes capitales brasileñas son las que más sufren la crisis de la movilidad urbana, como la ciudad de São Paulo, por ejemplo. Se estima que el Paulistano pasa hasta 45 días al año parado en el tráfico, un número absurdo para los que buscan calidad de vida.
La alta concentración de automóviles también aumenta drásticamente la contaminación ambiental, lo que constituye una razón más para establecer alternativas sostenibles para la movilidad urbana en el país.
Más información sobre la movilidad social.
Movilidad urbana sostenible
Es una alternativa para evitar los problemas causados por la “hinchazón de las carreteras” debido al elevado número de automóviles en las carreteras, que impiden o dificultan el flujo de la movilidad urbana en las grandes ciudades.
Para ello, las propuestas de movilidad urbana sostenible implican la implantación o el refuerzo de los sistemas de transporte ferroviario, como el metro, el tren, los tranvías eléctricos, los teleféricos, entre otros.
Además, otra opción sería fomentar el uso de medios de transporte alternativos no contaminantes, como las bicicletas. Pero para que esto sea posible, los gobiernos deben invertir en la construcción de carriles para bicicletas y ciclovías de calidad.
La movilidad urbana sostenible también tiene por objeto mejorar la movilidad de los peatones mediante la planificación de aceras seguras y cómodas (niveladas, sin agujeros y otros obstáculos inoportunos, por ejemplo).