Significado de la Logística Inversa

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La logística inversa es un instrumento de desarrollo económico y social que consiste en un conjunto de acciones, procedimientos y métodos utilizados para hacer viable la recogida y devolución de los desechos sólidos del sector empresarial. Este instrumento tiene por objeto la reutilización de los residuos para la propia empresa o para cualquier otro ciclo de producción que tenga un destino final adecuado del material recogido.

Este sistema fue propuesto de acuerdo con la Política Nacional de Residuos Sólidos, establecida por la Ley 12.305 del 2 de agosto de 2010 y su implementación, que entró en vigor en 2014. Es un mecanismo más para el desarrollo sostenible del planeta, ya que permite la reutilización y la reducción del consumo de materias primas.

Entre los conceptos que introduce este sistema, el más importante es la responsabilidad compartida del ciclo de vida de los productos, ya que la asignación de la limpieza y la gestión urbana de los residuos sólidos se hará de forma individual y bajo la responsabilidad de todas las partes implicadas, ya sean consumidores, empresarios, fabricantes o comerciantes.

Se propone entonces que el sistema se ocupe principalmente de los siguientes productos: neumáticos; baterías; envases y residuos de plaguicidas; lámparas fluorescentes, de vapor de mercurio y de sodio; aceites lubricantes para automóviles; piezas y equipo electrónico y de computadora; y electrodomésticos.

De esta manera, el sistema minimiza el volumen de estos residuos y los desechos generados y reduce los impactos causados a la salud humana y a la calidad del medio ambiente.

El proceso de logística inversa también responsabiliza a las empresas y establece una lista de municipios para la gestión de los residuos, donde, por ejemplo, los productores de un producto electrónico tendrán que predecir cómo se llevarán a cabo las devoluciones, el reciclaje y su destino ambiental adecuado, especialmente los que puedan devolver el ciclo de producción.

En virtud de este sistema, corresponde ahora a los consumidores devolver los productos más útiles en determinados puestos específicos, debidamente establecidos por los comerciantes, y las industrias se encargan ahora de retirar esos productos para reciclarlos o reutilizarlos. Por otra parte, la Administración Pública se encarga de crear mecanismos de sensibilización y educación de los consumidores.

Véase también el significado de logística y desarrollo sostenible.