El Lampião es un tipo de linterna que utiliza combustible para empapar una mecha a la que se accede con fuego, y la llama producida sirve de iluminación. Popularmente, sin embargo, Lampião es conocido como el apodo de uno de los cangaceiros más icónicos de Brasil.
Virgulino Ferreira da Silva era el verdadero nombre de “Lampião”, uno de los cangaceiros más conocidos del país. La banda de Lampião aterrorizó la vida de varios granjeros y terratenientes del noreste durante las primeras décadas del siglo XX.
Lampião era conocido como el “Rey del Cangaço” y “Señor del Interior”. Tales apodos surgieron como consecuencia de sus famosas y legendarias acciones de audacia y crueldad.
Nadie sabe la fecha exacta de su nacimiento, pero se sabe que Lampião nació en el interior de Pernambuco y vivió en una familia muy pobre.
Según la historia, lo que motivó a Lampião a entrar en el bandolerismo fue la revuelta que sintió cuando vio a sus padres asesinados por la policía después de perder sus propiedades a manos de los terratenientes locales.
Para los pobres, Lampião era visto como una especie de “héroe de la justicia”, porque robaba a los ricos y compartía parte de sus conquistas con los que más lo necesitaban.
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Lampião y Maria Bonita
La relación de Lampião con su esposa, Maria Bonita (Maria Gomes de Oliveira), ayudó a crear la narración dramática y romántica de la vida del “Rey de Cangaço” que se conoce ahora.
Las historias de la banda de Lampião y Maria Bonita se difundieron ampliamente a través de cordeles y otros géneros literarios. Jorge Amado y João Guimarães Rosa, por ejemplo, fueron algunos de los autores que exploraron los cuentos populares sobre Lampião en sus obras.
Lampião y Maria Bonita fueron asesinados, al igual que varios otros miembros de su banda, el 28 de julio de 1938, en un asedio armado organizado por la policía de Aracaju.
Todos fueron decapitados y sus cabezas expuestas en varias ciudades del noreste, como signo de intimidación a otros cangaceiros.
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