La lactosa es un carbohidrato (azúcar) que se encuentra en la leche. Más específicamente, es un disacárido, formado por monosacáridos de glucosa y galactosa.
La palabra “lactosa” viene del latín, donde lac = leche y ose = química.
La lactosa es un tipo de azúcar producido exclusivamente en las glándulas mamarias de los mamíferos, constituyendo alrededor del 7% de la leche humana y casi el 5% de la leche de vaca.
Para que la lactosa sea digerida y absorbida por el cuerpo, necesita sufrir la acción de la lactasa, una enzima producida por los mamíferos que divide la lactosa en glucosa y galactosa.
Intolerancia a la lactosa
La intolerancia a la lactosa es la incapacidad de digerir total o parcialmente la lactosa debido a una deficiencia de lactasa.
La lactosa no digerida es fermentada por bacterias de la flora intestinal, lo que resulta en la producción de ácidos orgánicos y gases que causan síntomas como
- Diarrea;
- Cólico;
- Flatulencia;
- Dolor abdominal;
- Náuseas y vómitos.
La intolerancia a la lactosa en los adultos es bastante común y afecta a cerca del 40% de los brasileños y al 70% de la población mundial, cuyas causas están muy relacionadas con la falta de producción de lactasa en la edad adulta.