La ironía del destino es una expresión muy popular que se utiliza para indicar un acontecimiento inesperado y que sirve para mostrar que las personas no siempre controlan lo que sucederá en su vida y en la de otras personas.
A veces una ironía del destino puede suceder cuando un individuo hace algo malo por alguien, o por sí mismo, y luego algo muy bueno le sucede a la persona.
La ironía del destino puede ejemplificarse de varias maneras, por ejemplo, un camarero que es atropellado por chicos borrachos que acaban de salir del club donde trabajaba. No significa exactamente que el barman estaba haciendo algo malo, pero era una ironía del destino haber sufrido un accidente, precisamente por aquellos cuya borrachera fue indirectamente responsable.
Otro ejemplo de la ironía del destino, es una pareja que sale y una de las partes siempre le pide al otro que pierda peso pero el otro nunca lo intenta. Después de una eventual ruptura, esta misma persona decide perder peso de una hora a otra y parece mucho más atractiva que en el momento de la relación.