Un terrorista suicida es el nombre que se le da a un terrorista que se suicida con explosivos en su cuerpo, destruyendo y matando a todos los que le rodean.
Los bombarderos son los protagonistas de los llamados “ataques suicidas”, una táctica de guerra que consiste en sacrificar la vida del atacante para destruir algún lugar específico o matar a un gran número de enemigos.
Hoy en día, los terroristas suicidas son conocidos como terroristas islámicos, especialmente los que pertenecen directa o indirectamente al grupo extremista llamado “Estado Islámico”.
Aprenda más sobre el Estado Islámico.
La práctica de los terroristas suicidas no es reciente. Según los registros históricos, entre los siglos XIV y XVI, los combatientes del Imperio Turco-Otomano ya eran conocidos como “guerreros suicidas” (bashi-bazouks).
Lo que lleva a los terroristas a suicidarse durante los ataques es la creencia de que están participando en una “guerra santa”. A través de las enseñanzas religiosas que reciben, creen que recibirán la vida eterna como recompensa por este “acto de fe”.
Aunque son la mayoría, no son sólo hombres que se suicidan en nombre de sus principios religiosos. Algunas mujeres también adoptan esta posición, siendo conocidas como “terroristas suicidas”.
Los ataques suicidas no son exclusivos de los extremistas islámicos. Durante la Segunda Guerra Mundial, los aviadores militares del Imperio Japonés que pertenecían al Grupo Especial de Ataques de Choque Corporal se conocieron popularmente como Kamikazes (“viento divino” en portugués), ya que solían atacar a sus enemigos con el impacto de sus propios aviones.
Aprenda más sobre los kamikazes.