La Guerra Santa

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La guerra santa es un recurso extremista que las grandes religiones monoteístas han utilizado a lo largo de la historia para proteger lo que consideran una amenaza para sus dogmas y lugares sagrados. En el origen de las primeras “guerras santas” que se libraron en la historia están el Islam y el Cristianismo.

La guerra santa es una guerra causada por las diferencias entre las religiones, y también como una estrategia para difundir su creencia a través del expansionismo usando la violencia.

La guerra santa y el Islam

La guerra santa islámica tuvo su punto de partida en el año 622, cuando “Mahoma”, tras ser amenazado de muerte por los opositores al Islam, emigró de “La Meca” a “Medina”, una ciudad situada a 300 km al norte de La Meca, junto con sus seguidores.

En Medina, Mahoma se convirtió en el jefe de una nueva comunidad religiosa, que en 629, junto con un ejército de diez mil hombres, hizo una peregrinación a la Meca, que fue conquistada prácticamente sin resistencia.

Mahoma expandió el islamismo en varios territorios, basado en los deberes religiosos de la Jihad, que describe el deber de llevar a cabo “guerras santas”. Después de su muerte, los cuatro primeros califas, sus sucesores, conquistaron Palestina, Persia, Siria, Armenia, Mesopotamia y Egipto. En menos de un siglo los árabes formaron un imperio gigantesco. Los árabes se convirtieron en soldados de Alá. En los territorios conquistados la conversión al Islam era lenta y a menudo no se producía.

Guerra santa y cristianismo

Durante la Edad Media, las cruzadas fueron principalmente expediciones militares, organizadas por la Iglesia, con el objetivo de reconquistar el Santo Sepulcro de Jerusalén de la dominación musulmana, y tomaron la forma de una verdadera “guerra santa”.

La Iglesia Católica comenzó a organizar las expediciones militares, con el objetivo de proyectar incluso su influencia en el territorio bizantino, dominado por la Iglesia Ortodoxa, que era la Iglesia bizantina creada con el cisma de Oriente en 1054 e independiente del Papa de Roma.

Durante casi doscientos años, se organizaron ocho expediciones que condujeron a mucha violencia contra los pueblos no cristianos. La más exitosa fue la Primera Cruzada, que rodeó y conquistó Jerusalén e incluso organizó varios reinos de manera feudal, pero en el siglo XII, los turcos reconquistaron los reinos, incluyendo Jerusalén.

La Tercera Cruzada fue organizada por reyes y emperadores con el objetivo de recuperar Jerusalén de los turcos. Al no haber logrado sus objetivos, dio lugar al establecimiento de acuerdos diplomáticos con los turcos que hicieron posible las peregrinaciones.

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