Granuloma es el término médico utilizado para referirse a un tipo de inflamación en el tejido del cuerpo humano, en forma de nódulo, formado principalmente como consecuencia de la reacción de las células inmunitarias que tratan de eliminar los “agentes extraños” del cuerpo.
El granuloma se forma en un intento del sistema inmunológico del cuerpo de protegerlo, sin embargo, debido a la resistencia del agente agresor, que es difícil de degradar, las células dejan de fagocitarlo (es decir, “comerlo”), lo que hace que se acumule.
Los granulomas -que se conocen popularmente como quistes o tumores- pueden ser causados por infecciones de las siguientes enfermedades: tuberculosis, lepra, sífilis, histoplasmosis, esquistosomiasis, entre otras.
También puede ser un síntoma de una enfermedad no infecciosa, como la fiebre reumática y la artritis reumatoide, por ejemplo.
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Tipos de Granulomas
Hay dos tipos principales de granulomas, con sus respectivos subtipos: el granuloma de cuerpo extraño y el granuloma epitelial (inmunológico).
Básicamente, los granulomas inmunes se forman a partir de partes insolubles de microorganismos invasores. Las partes de cuerpos extraños, como su nombre lo indica, se forman a partir del intento del cuerpo de expulsar del organismo materiales sintéticos, como suturas y prótesis.
Los granulomas también se clasifican según las características anatómicas y morfológicas, además de su etiología (la causa del progreso) y patogénesis (los mecanismos que originaron estos gránulos).
El granuloma piógeno (también conocido como “carne esponjosa”) es uno de los tipos más comunes, formado como consecuencia de una lesión en el tejido, causando una proliferación de vasos sanguíneos que provocan una lesión tumoral en forma de úlcera.
Tratamiento del granuloma
Es aconsejable buscar asesoramiento médico a tiempo, principalmente debido a la diversidad de tipos de granulomas. El tratamiento se desarrollará a partir del descubrimiento de las causas que dieron lugar a la formación del granuloma.
En el caso del granuloma piógeno, puede tratarse con cauterización química o con electrocoagulación, cuando las lesiones son más grandes.