La ética empresarial es la rama de la ética directamente vinculada a las empresas, que se refiere a la conducta ética de las empresas, es decir, la forma moralmente correcta en que las empresas interactúan con su entorno.
La propia ética se refiere a la teoría de la acción justa y moral, que a menudo tiene un significado equivalente al de la filosofía moral. La ética también tiene la función de descubrir las concepciones dominantes de la moral y su origen. El núcleo fundamental de la ética descriptiva es el análisis de la experiencia moral (conciencia moral, deber, responsabilidad, decisión, etc.) y los tipos de acción que corresponden a los diversos valores particulares (ética del trabajo, de la intención, de la responsabilidad, del éxito, etc.).
Así como la ética establece las leyes que determinan la conducta moral de la vida personal y colectiva, la ética comercial determina la conducta moral de una empresa, ya sea pública o privada.
La ética empresarial fortalece a una empresa, mejorando su reputación y teniendo también un impacto positivo en sus resultados. Una empresa que cumpla con ciertas normas éticas crecerá y favorecerá a la sociedad, a sus proveedores, clientes, empleados, socios e incluso al gobierno. La ética empresarial es una práctica esencial de una empresa, al igual que la responsabilidad social y la responsabilidad socioambiental.
Uno de los grandes beneficios de la ética comercial es que es reconocida y valorada por el cliente, y se establece una relación de confianza. Esta relación, basada en la satisfacción del cliente, generará beneficios para la empresa, ayudándola a cumplir sus objetivos. Sin embargo, la confianza con el cliente es algo que lleva algún tiempo conseguir, y puede perderse con algún error cometido en el entorno empresarial.
La ética comercial es la razón de ser de una empresa, y las empresas que no funcionan éticamente, por ejemplo, tratando de hacer dinero fácil engañando a los clientes, están condenadas al fracaso.
Ética empresarial y responsabilidad social
Las compañías exitosas y en crecimiento son compañías que tienen un fuerte sentido de responsabilidad social, a menudo creando programas para esta área. La responsabilidad social es el resultado de un comportamiento ético, y demuestra que la empresa se preocupa, que es solidaria y que no teme comprometerse con causas sociales. Así pues, la ética y la responsabilidad social suelen ir de la mano y son una estrategia de expansión comercial.