La energía no renovable es la designación que se da a un recurso energético que, tras su uso, no puede ser regenerado por el hombre o la naturaleza en un tiempo útil.
Los combustibles fósiles como el petróleo, el carbón y el gas natural son ejemplos de energía no renovable, porque un día se agotarán. Del mismo modo, la energía nuclear (uranio) es también un tipo de energía no renovable. El uranio produce energía más eficiente y más barata que los combustibles fósiles, pero su manejo es más complicado, y los desechos resultantes de su uso representan una mayor amenaza para los humanos.
En el panorama actual de las fuentes de energía, las energías no renovables son las más utilizadas. Otra característica de este tipo de energía es su potencial para contaminar el medio ambiente, ya que su uso da lugar a la liberación de dióxido de carbono y otros gases tóxicos como el óxido de nitrógeno, el azufre y los hidrocarburos. Estos gases son responsables de la lluvia ácida que contamina el suelo y el agua. El dióxido de carbono liberado en la atmósfera, consecuencia del uso de recursos no renovables, es una de las principales causas del efecto invernadero, uno de los graves problemas ambientales de hoy en día.
Ventajas y desventajas
Las energías no renovables tienen ventajas y desventajas, y hay más desventajas que ventajas.
Desventajas:
- son muy contaminantes (por esta razón se consideran un tipo de energía sucia);
- se agotan rápidamente;
- tienen una limitación espacial, originada en lugares específicos de la Tierra;
- los costos de extracción, tratamiento y transporte son muy elevados;
- en muchos casos, sólo hay rentabilidad cuando las reservas son grandes;
- causan serios desastres ambientales.
Ventajas:
- tienen una alta eficiencia energética;
- se transportan fácilmente;
- puede utilizarse de varias maneras;
- mejorar la creación de muchos puestos de trabajo.