La disnea (o disipnea) es la dificultad para respirar , una condición usualmente relacionada con enfermedades cardíacas y respiratorias.
La sensación de falta de aliento es el principal síntoma de la disnea , que también es común durante el sueño (disnea paroxística nocturna – NDD), haciendo que la persona se despierte con la sensación de asfixia.
Otros síntomas pueden incluir un gran esfuerzo de movimiento de las fosas nasales, que buscan respirar tanto aire como sea posible, y los labios y los dedos se ponen morados (cianosis) debido a la baja oxigenación de la sangre.
La disnea no debe ser considerada una enfermedad, sino la consecuencia de diferentes factores como: asma, neumonía, tuberculosis, infecciones pulmonares, cáncer de pulmón, hipertensión, obesidad, anemia, insuficiencia cardíaca, entre otros.
Tratamientos de la disnea
Los tratamientos para la disnea varían según la naturaleza de la enfermedad o el trastorno responsable de su desencadenamiento. Si la disnea es una consecuencia de la neumonía, el paciente debe recibir antibióticos, por ejemplo.
En algunos casos más graves, los pacientes necesitan aprender a lidiar con la constante falta de aliento, y para ello usan máscaras de oxígeno durante muchas horas al día.
El seguimiento médico es esencial en todos los casos, y cualquier tipo de medicación debe ser indicada por un profesional cualificado.
Ver también: significado de la apnea.