La democracia representativa o indirecta es una forma de gobierno en la que el pueblo elige representantes que pueden defender, dirigir, establecer y ejecutar todos los intereses de la población.
La base principal de la democracia representativa es el voto directo, es decir, el medio por el cual la población puede apreciar a todos los candidatos a representantes del pueblo y elegir a los que considera más adecuados para representarlos.
Los representantes elegidos por votación pueden ser concejales, diputados estatales, senadores, gobernadores, etc. Teóricamente, la función de las personas que han sido elegidas es representar los derechos e intereses de quienes las han elegido, sin embargo, muchos ejemplos de sistemas democráticos en todo el mundo muestran que la relación entre los representantes y la población es bastante cuestionable.
En su sentido etimológico, la democracia es un modelo de gobierno en el que la soberanía es ejercida por el pueblo. En este contexto, toda la población tiene derecho a expresar su opinión cuando se elige a uno de los representantes disponibles.
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Sin embargo, para la eficacia del régimen democrático representativo, todas las personas que ocupan cargos públicos en los Poderes Legislativo y Ejecutivo y que han sido elegidas por el pueblo deben ser renovadas constantemente, es decir, se estipulan períodos fijos para nuevas elecciones.
Democracia representativa y directa
La democracia es representativa o indirecta cuando el pueblo elige, mediante el voto directo, representantes que pueden ocupar cargos públicos y que se reúnen en espacios de debate, como el Parlamento, las Cámaras, el Congreso, etc., con el fin de debatir cuestiones de interés para la población en general.
La llamada democracia directa o democracia pura, a su vez, es cuando cada ciudadano tiene una participación directa en las elecciones y decisiones de su interés. Este modelo de democracia funciona en comunidades pequeñas, donde la población no es muy numerosa, porque lo contrario dificultaría la contabilización de los votos o la discusión de los mismos para poder llegar a un compromiso sobre los comunes.
Aprenda más sobre la democracia directa.
Democracia representativa en Brasil
Brasil es un país que se rige por una democracia representativa, con voto obligatorio. Los ciudadanos brasileños están obligados a votar por los representantes que consideren más apropiados para representarlos. Si los ciudadanos no quieren votar, deben justificar el no acudir a las urnas, con el riesgo de pagar multas o sufrir restricciones en algunos derechos cívicos, como la participación en concursos públicos.
Como Brasil es una república democrática, la población elige a los principales representantes que, además del Presidente de la República, están formados por gobernadores, senadores, diputados, concejales, alcaldes, etc.
Democracia participativa
Como alternativa a la crisis que se encuentra en algunos ejemplos de democracia representativa, donde los representantes elegidos por el pueblo no pueden cubrir todas las necesidades de la población, nació el concepto de democracia participativa o democracia semidirecta.
La democracia participativa se desarrolla a partir de la democracia representativa, siendo un modelo que permite a los ciudadanos interferir en algunos asuntos políticos de forma más activa, a través de referendos, plebiscitos, audiencias públicas, etc.
El principal objetivo de la democracia participativa es garantizar que todas las variedades de grupos sociales que viven dentro de la misma comunidad puedan ser escuchados y, en consecuencia, que se desarrollen acciones para satisfacer las necesidades de todos.
El Brasil puede considerarse una democracia representativa y participativa porque promueve audiencias y referendos públicos para decidir algunas de las principales cuestiones de interés para la población.
Ver también el significado de Representatividad y la diferencia entre democracia y dictadura.