Costear los ojos de la cara es una expresión popular que significa costar demasiado, tener un precio muy alto, un precio por encima de la media esperada.
Origen de la expresión
La expresión “costar los ojos de la cara”, se originó en las antiguas costumbres. En Grecia, varios poetas eran ciegos. La primera de ellas fue Tâmires, que se jactaba de ser mejor cantante que las Musas, hijas de Zeus. Las Musas estaban enojadas y en su ira, lo dejaron ciego.
De la misma manera, Dafnis, Theiresias, Esteícoro e incluso el mismo Homero, se han quedado ciegos. Eso es más que una coincidencia. Había una razón definitiva para privar a los poetas de la vista. No fueron las Musas las que los cegaron, sino los reyes griegos. Estos reyes tenían celos de sus poetas y los encerraron para sí mismos, arrancándoles los ojos.
Los bárbaros le arrancaron los ojos a sus prisioneros.
Titus Mazio Plauto, un dramaturgo romano que vivió durante el período republicano, se refiere a esta expresión en una de sus obras.
Era difícil ser poeta en la antigua Grecia o caer en manos de bárbaros.