La condensación o licuación es el proceso químico de transformación de materia gaseosa a líquida. En resumen, consiste en lo inverso de la vaporización, cuando la materia del estado líquido se transforma en gaseosa.
La condensación se produce cuando el vapor o el gas alcanza una temperatura inferior a su punto de ebullición. En el caso del vapor de agua, por ejemplo, la condensación comienza cuando la temperatura es inferior a 100 grados centígrados. Así, el estado gaseoso del agua se convierte en gotas líquidas.
Al hervir, las moléculas de agua ganan energía (debido al calor) y se agitan, causando que se separen y cambien su forma al estado gaseoso (vapor). Al perder calor, las moléculas también pierden energía y disminuyen el grado de agitación. A medida que disminuyen la velocidad, las moléculas se atraen de nuevo. Así, se reorganizan en la forma del estado líquido.
La condensación es parte de uno de los cinco procesos de transformación de la materia, así como la sublimación, la evaporación, la solidificación y la fusión.
Véase también: significado de Vaporización y Hervor.
En el sentido figurado de la palabra, la condensación también puede representar el acto o efecto de resumir un determinado contenido a lo esencial, ya sea un texto, una idea, una historia, etc.
Condensación pulmonar
Es un signo indicativo de enfermedades respiratorias en el sistema pulmonar, cuando el aire alveolar presente en los pulmones es reemplazado por un estado líquido, que puede dañar el lugar donde se concentra.
También conocido como curación pulmonar, este tipo de condensación puede ser causado como consecuencia de una neumonía, edema, hemorragia pulmonar o debido a la aspiración de algún objeto extraño del cuerpo.