Celo es el adjetivo masculino que significa la característica o atributo de alguien que muestra celo. También puede ser sinónimo de cuidadoso, diligente o celoso.
Originada en el griego zélos, esta palabra también se usaba para describir un estado de dedicación y cuidado ardiente por otra persona.
En algunos casos, esta palabra también puede utilizarse para describir a una persona metódica, muy aplicada a alguna tarea o actividad.
Dios celoso
En la Biblia, Dios es descrito como un ser celoso que cuida de su pueblo, aquellos a los que ama.
La expresión “el celo del Señor de los ejércitos hará esto” significa que Dios no olvida sus promesas, indicando cosas que seguramente se cumplirán.
También se puede decir que en este caso, el celo no es sólo preocupación sino también celos. Dios no comparte su gloria, alabanza y adoración con los demás, y se pone celoso cuando su pueblo no lo pone a Él en primer lugar en sus vidas.
En 2 Corintios 11:2, el apóstol Pablo afirma: “El celo que tengo por vosotros es un celo que viene de Dios”, lo que significa que los hijos de Dios también deben ser celosos.
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