El arte barroco surgió en Italia y se consolidó a partir del siglo XVII en Europa y América. Este movimiento se inspiró en las obras artísticas de la antigüedad clásica y buscó restaurar la fuerza de la Iglesia Católica, sacudida por la Reforma Protestante.
El Barroco se ha manifestado en los más diversos campos del arte, como la pintura, la arquitectura, la música, la escultura, etc. Cada campo tiene su propia particularidad en relación con el estilo, hemos reunido algunas de las principales características que componen este movimiento artístico.
Es una “herramienta” de Contrarreforma
El movimiento barroco surgió como una forma de oposición a la Reforma Protestante liderada por Martín Lutero a mediados del siglo XVI.
Además, el objetivo principal del arte barroco era ayudar a preservar los ideales teocéntricos (Dios como centro del Universo) que fueron fuertes durante la Edad Media, pero que se oponían a la lógica defendida por el Renacimiento.
Así, con el patrocinio del clero y los monarcas, los artistas del Barroco comenzaron a crear obras sagradas donde el tema estaba casi siempre dirigido a las emociones humanas y su espiritualidad. En resumen, representaba la relación que este último tenía con lo divino, desde el punto de vista de la Iglesia Católica.
2. La dualidad entre los placeres del cuerpo y la espiritualidad
El constante conflicto entre los “placeres mundanos” defendidos por el Renacimiento y la devoción divina predicada por Contrarreforma estuvo siempre presente en las obras de los artistas del Barroco.
Según el barroco, la gente no podía vivir en equilibrio entre la voluntad de Dios y la del hombre. Tenías que elegir un bando. Esto hizo que un sentimiento de gran angustia se acomodara a los artistas barrocos, que disfrutaban de los placeres mundanos, pero que luego buscaban desesperadamente el perdón de Dios.
Esta dualidad está representada en varias obras de este estilo, principalmente en esculturas y pinturas. La representación de episodios de pasajes bíblicos y la vida cotidiana de la nobleza (el principal financiador del movimiento) son algunos ejemplos de temas recurrentes.
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3. Cultismo y Concepto
Son dos características estilísticas del barroco literario, que representan los principales formatos de las construcciones estéticas de las obras.
El cultismo (también conocido como gongorismo) se caracteriza por reunir un vocabulario exagerado, extravagante y culto. También presenta un gran atractivo para las figuras de estilo (con énfasis en metáforas complejas e hipérboles) y los juegos de palabras.
El poeta Gregório de Matos (1636 – 1696) es uno de los principales ejemplos de artistas de la literatura barroca que adoptaron la estética de culto en sus textos poéticos.
El conceptismo (también llamado quevedismo), a su vez, se caracteriza por la construcción textual lógica, centrada en la retórica, es decir, con el propósito de enseñar o convencer al lector mediante argumentos racionales.
Este estilo es más común en las prosas y está marcado por el juego de ideas y conceptos, mientras que el Cultismo se utiliza en la poesía y se caracteriza por el “juego de palabras”.
El escritor Padre Antonio Vieira (1608 – 1697) es considerado el principal representante de la concepción de la prosa.
4. Sombras y luces: la apreciación del contraste
En las artes plásticas, el movimiento barroco se caracteriza por la presencia del contraste creado entre la sombra y la luz. Este juego de contrastes de colores es un refuerzo de la idea de dualismo presente en los temas abordados por el barroco: el bien y el mal, Dios y el Diablo, cuerpo y espíritu, etc.
El contraste en las obras barrocas todavía ayudaba a acentuar el realismo y el tono dramático, sombrío y a veces pesimista que tenían. Además, estas técnicas tenían efectos ilusorios en la obra, que servían de refuerzo para la transmisión de emociones.
5. Obras de fantasía ricas en detalles
Otra particularidad de la estética barroca es la riqueza de detalles, principalmente en esculturas y obras arquitectónicas. Formas curvilíneas, columnas retorcidas y varios detalles decorativos son comunes en las obras insertadas en el movimiento barroco.
La expresividad dramática es otra característica de este estilo artístico, marcado por rasgos humanos exageradamente emocionales, que transmiten principalmente el sentimiento de tristeza y sufrimiento.
El arte barroco, con énfasis en la arquitectura, está esencialmente marcado por la complejidad. Elementos simbólicos y alegóricos, con relieves, curvas y trazos con movimientos exagerados son también marcas del estilo.
Entre los materiales explotados para la realización de las obras barrocas, se pueden destacar el oro, los mármoles de colores y otras piedras decorativas.
6. La emoción sobre la razón
El arte barroco prioriza el énfasis en los rasgos, resaltando o exagerando la transmisión de las emociones. De esta manera, a partir de la teatralidad de los movimientos espectaculares, se crea el drama que es típico de este movimiento artístico.
Uno de los objetivos de los pintores barrocos era despertar emociones en aquellos que contemplaban sus obras. Este medio se logró precisamente por la dramática sobrecarga que se dio a las obras, principalmente utilizando algunas de las técnicas antes mencionadas (sombras y luz, por ejemplo).
7. Valorización estética
Por último, se destaca el valor predominante que se da al aspecto estético de la obra, siendo su contenido menos significativo que su apariencia, en algunos casos.
Debido a la riqueza de detalles y exageraciones en su forma estética, el arte barroco, en sus diversos campos, puede no presentar este mismo nivel de complejidad en cuanto al contenido de las obras.
A diferencia de la prosa conceptual de la literatura barroca, las otras obras estaban dirigidas al despertar de las emociones a través del refinamiento visual. No es necesario desarrollar una lógica racional en la obra barroca, ya que deseaba alcanzar la fe del observador a través de la emoción.
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