Los argumentos son ideas lógicas relacionadas entre sí y con el propósito de aclarar y resolver una situación o duda, por ejemplo.
Los argumentos suelen basarse en supuestos que ayudan a construir una conclusión. Sin embargo, todas las suposiciones deben basarse en un sentido lógico, de lo contrario el resultado final puede no ser verdadero o válido.
Ver también el significado de sofisma.
Por lo general, los argumentos sirven principalmente para probar algo, como un punto de vista, una decisión o una idea. Su propósito, en este caso, es justificar un determinado objeto que es la causa de un debate.
Por ejemplo, en el ámbito jurídico y ético, en el Brasil se sigue debatiendo intensamente sobre la mayoría de edad y la pena de muerte para algunos tipos de delitos.
Estos debates están impregnados de argumentos que tratan de convencer a la población de los puntos positivos de la aprobación de estas leyes, mientras que los grupos opositores utilizan argumentos contrarios para vetar e impedir el avance de esta discusión (contra argumentos).
Como se ha dicho, los puntos principales de ambos argumentos deben centrarse en la lógica y la realidad, siempre basados en algún principio, ya sea legal (las leyes), ético (códigos de ética y derechos humanos) o, en algunos casos, religioso (la biblia) para justificar la conclusión final.
La conclusión es la opinión creada a partir de todos los argumentos presentados conjuntamente, que pueden ser información histórica, datos estadísticos y otros contenidos de carácter racional.
La mayoría de los textos y ensayos académicos deben presentarse como argumentales, es decir, llenos de hechos, estudios, problemas y soluciones lógicas sobre el tema tratado.
Ver también el significado de silogismo.