La analogía es una relación de similitud establecida entre dos o más entidades distintas. El término viene de la palabra griega “analogía” que significa “proporción”.
Se puede hacer una analogía, por ejemplo, entre la cabeza y el cuerpo y entre el capitán y los soldados. La cabeza (cerebro) y el capitán son dos entidades análogas. Tienen una función similar que, en este caso, es ordenar, dar órdenes. De la misma manera, el cuerpo y los soldados ejercen la misma función que es la de obedecer órdenes.
En Filosofía, la analogía es una forma de averiguar por qué los objetos o las ideas son similares. En la gramática, la analogía es un fenómeno responsable de la creación de una nueva forma lingüística, consiste en la razón de la formación de unas pocas palabras.
Analogía en Biología
En Biología, la analogía y la homología son términos relacionados con la evolución de las especies. Los componentes análogos son aquellos que, a pesar de tener un origen y constitución diferentes, presentan una similitud en el ámbito morfológico o funcional.
Las estructuras similares son las que realizan la misma función pero tienen un origen embrionario diferente, por ejemplo, el ala de un pájaro y el ala de un insecto (volar es una función similar). Lo contrario ocurre con las estructuras homólogas, por ejemplo, el brazo del hombre y la pata delantera de un perro, son especies diferentes pero con origen en un ancestro común.
La analogía en el derecho
En el ámbito jurídico, la analogía es un método de integración de las lagunas del derecho. Se produce una analogía cuando se hace una comparación entre casos diferentes pero con un problema similar para llegar a la misma respuesta. La analogía se basa en el principio de la igualdad jurídica, y también establece que debe haber la misma solución para la misma infracción o razón de la ley.
En algunos casos, la analogía no se aplica, como en el derecho penal (salvo en el caso de bonam partem); en la fianza; en las leyes tributarias; en los negocios jurídicos (y en la renuncia).