El amor propio es el amor que la gente se tiene a sí misma. A menudo la gente, debido a viejas debilidades, crisis más recientes, no puede defender sus intereses para satisfacer sus necesidades. Es un tema importante de la psicología y el psicoanálisis, ya que forma parte de la vida cotidiana de los profesionales de estos campos.
Tener amor propio no significa que uno deba tener siempre sus deseos satisfechos, ser egoísta o pisar a los demás. El amor propio hace que la gente actúe positivamente, trate de evitar pensar en el pasado, cuando hay tristeza o pena, tratando siempre de recordar que fue otra experiencia para poder evolucionar, tratando de aprovechar esos acontecimientos.
Aquel que se ama de verdad a sí mismo, trata de tener control emocional, trata de entender a la gente, de estar siempre, o la mayoría de las veces, bien con la vida y olvidar la opinión de los demás, no guarda la ira, el resentimiento, está siempre dispuesto a perdonar y a tener el coraje, la confianza y la seguridad para empezar de nuevo.